Fue una tarde cualquiera, ni siquiera recuerdo porque... cuando decidí darte tiempo, quizás era lo único que teníamos, tiempo, el tiempo que no teníamos, el que habíamos creado nosotros.
Fue una tarde cualquiera, cuando vi algo distinto en tu mirada, que nunca había visto... fue como un fantasma, una aparición, un espejismo ante mis ojos que desapareció fugaz y se perdió en el mismo laberinto sin salida, que me llevaba una y otra vez hasta a ti, solo que cuando yo voy, tu vas y no nos encontramos nunca.
Abandone lo que no teníamos, lo que teníamos sin tener y me deje caer en el tiempo, deshojando como una margarita cada una de tus sonrisas, tus miradas, el roce de tu mano en mi cintura, el descanso de tu brazo en mi hombro, momentos invisibles para nosotros, evidentes para todos.
No me atreví a dar un solo paso, como si supiera que andaba por un puente atado con viejas sogas, cada vez que te acercabas, cada vez que me acercaba yo oía crujir la vieja madera como si fuera a partirse.
Noches enteras para reírnos, conversaciones eternas en noches frescas de verano...algún que otro paseo por la arena...no deberías, pero me lo debes, te lo debo aunque no debiera....
Cuantas veces te había besado ya sin besarte, cuantas veces había estado sin estar perdida entre tus brazos, cuantas veces lo había imaginado y cuantas lo había borrado de mi mente como quien destierra un pensamiento absurdo, confuso... era mas fácil no enfrentarse a ello, era mas fácil imaginarlo... recrearlo en cada movimiento tuyo, pensar tal vez que justo ahora es cuando ibas a robarme, lo que hacia tiempo te había regalado...todo es mas facil cuando las cosas no han pasado...
Paso y no paso,es mas facil pensar que lo he soñado, aún puedo oler el viejo olor del puente de madera, ¿ como puedes agarrarte y no caer a un puente en ruinas sujeto con cuerdas de soga?
Como hacer prisionero al que disfruta de la libertad a tu lado?
Tiempo para ordenarte,
Para desordenarte, para ordenarte de nuevo con mi desorden
Para creer en ti
Para buscar tu sito
Tu espacio
Para que quizás te dieras cuenta que tenias que irte lejos,
Muy lejos para darte cuenta de que tu sitio siempre había estado aquí,
Inmóvil, intacto pero perdido ahí
En el tiempo
En esa búsqueda de algo mejor
Que consigue arrancarte de mi
Para ver tus partidas, tus regresos
Y saber que en cada tarde cualquiera
Detrás de esas sonrisas que te gustan tanto
Se sabe lo que no se dice
Se escucha lo que no se quiere
Se ríe el alma por dentro
Llora el corazón en silencio
Y crecen margaritas en el tiempo.
Pero ya es tarde, el puente se ha destruido
y yo me he caido.
No queda nada.
Nada
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