Monday, February 18, 2008

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No podría, no ponerme melancólica me resulta antinatural. Toda mi vida está construida encima de una nube de aliento de tierra, de una niebla lunar, de un tulipán pálido. Pretensiones tal vez, pero ya me lo creí.

Pero ahora mi cuerpo se sacude desde su centro, ese centro que pronto me hará perder el equilibrio y que desde ahora me reclama un poco de felicidad: felicidad monocromática, monosilábica y monorítmica.

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DISERTACIONES CON LOS OJOS CERRADOS

La melancolía puede ser (es) una sinfonía agrídulce (igual que la vida), un tango. Y sólo en ese estado los destellos de felicidad (que en verdad no es felicidad pura y llana) se convierten en el clímax: el violín extasiado o el chelo a punto de explotar.


La felicidad así sin más es (o podría ser) una cumbia ¿una cumbia? Pues sí, así me suena...

1 comment:

Neko-chan said...

ya escribe algo nuevo noç??