Sunday, May 14, 2006

Odio





¿Qué es el odio?

Creo que el odio es justamente la ausencia de amor. Así como la oscuridad es la ausencia de luz. En escencia, amor y odio son el mismo sentimiento sólo que en distinta medida.¿De dónde viene? Creo que como cualquier afección, proviene de imágenes mentales que generan sentimientos y acciones. Uno primero cree que alguien es detestable y cree que lo odia y después lo odia. Al odiar genera un circuito de agresiones que se retroalimenta y el odio va y viene multiplicándose de los otros hacia uno, de uno hacia los otros, en un vértigo de emociones que impide ver de dónde nació ese sentimiento. Otras veces uno cree que lo odian y odia en los demás el odio que cree que sienten hacia uno. Uno se odia en los demás. Si no fuera así ¿por qué odiar duele tanto? ¿Por qué ese odio no deja a oscuras temblando en la oscuridad con una lacerante sensación de vacío?

Del mismo modo, uno puede creer que alguien es “amable” y cree que lo ama y después lo ama y al amar genera un circuito de amor que se retroalimenta y el amor va y viene multiplicándose de los otros hacia uno, de uno hacia los otros, en un vértigo de emociones que irradiando luz impide ver dónde nació ese sentimiento. Uno cree que lo aman y ama en los demás el amor que cree que sienten por uno. Uno se ama en los demás, pero en este caso no hay dolor sino una sensación de plenitud que llena todos los espacios de vacío.


Es cierto que a veces “odiamos” en los demás la posibilidad de parecernos a ellos. Y de nuevo aparece el tema de la imagen mental: Cómo saber cómo son ellos si los vemos a través del odio, si no damos lugar a una mirada aséptica en la que no se vea involucrado el ego: un distanciamiento temporal que nos permita analizar y comprender esas conductas.

Le he dado mil vueltas al asunto, cuando ayer me pregunté ante un hecho que sucedió ¿por qué nos odian tanto?. Me refería mas que nada a un asunto de racismo a la que fui victima.
Lloré mucho, pues no era la primera vez en que soportaba una humillación así. Empecé a meditar sobre el poder del odio. LLegué a la conclusión de que se odiaba por miedo y por ignorancia, lo cual desencadenaba los problemas mundiales de la discriminación, la indiferencia y la intolerancia.

Esta mañana me miré al espejo. Y me descubrí a mi misma con la mirada velada por la rabia y el odio, por el miedo y también por la indiferencia. Es decir, me vi reflejada en mi odio. En lo que odio. Me descubrí a mi misma odiando el odio, odiando a todo ser que me ha hecho daño, desde los familiares que me rechazaron, a los amigos que me abandonaron, a los sacerdotes que me juzgaron, a los doctores que me condenaron, a la gente que me desprecia...y si, también a los que no hacen nada, a los indiferentes.

Comprendí, que odiaba todo.

Ante ello, empecé a buscar soluciones. Detener la máquina y tratar de analizar esas primeras imágenes mentales que activaron el motor del odio. Todo nace de una percepción que se transforma en pensamiento, emoción y acción. Ahora bien, ya sé cual es el origen del odio, se lo que provoca, y ahora. ¿Cómo dejar de odiar?.


Olvidando y perdonando ¿no?. Amandose, amando...¿no?. Esa son las soluciones. Es la respuesta, la única.


Sin embargo, comprender no siempre nos conduce a amar, pero puede disminuir considerablemente el espacio que le concedemos al odio y permitir que un poquito de amor ocupe su lugar. Otra solución.


Sé que es difícil trabajar con las emociones, pero a lo mejor es posible trabajar con las primeras percepciones y con los pensamientos, para modificar las emociones y las acciones que desencadenan.

También sé que es fácil decirlo. Siempre he tratado de racionalizarlo todo, cuando alguien me ha lastimado he acudido a la misma técnica: pensar por qué hacía lo que hacía, tratar de comprender, pasar por alto la agresión, intentar “ayudar” y seguir mi camino sin rencores: tan simple como eso. Pero, no se llevar a cabo la acción. No comprendo, no paso por alto, ni intento ayudar y no puedo seguir adelante como si nada sin guardar rencor.


Je.

Puedo oirlo como siempre, preguntandome: Es que tienes que razonarlo todo?.

Si, es mi salvación. La única.

No sé como dejar de odiar. No hay razón, solo odio.

1 comment:

FERGUS said...

Hola

como estas??
espero que bien..

me dedique un momento a revisar un par de blogs y me encontre con el tuyo..

yo soy de chile, y me encanto el post del odio.
son ideas similares...
bueno n me qiero referir

me gustaria afiliarme contigo...
agregarte en mis favoritos

espero q aceptes


q tengas un buen día

adios.!

JOSÉ...