Tuesday, May 16, 2006

shhh

Me gustas cuando callas porque estás como ausente,
y me oyes desde lejos, y mi voz no te toca.
Parece que los ojos se te hubieran volado
y parece que un beso te cerrara la boca.



Como todas las cosas están llenas de mi alma
emerges de las cosas, llena del alma mía.
Mariposa de sueño, te pareces a mi alma,
y te pareces a la palabra melancolía.


Me gustas cuando callas y estás como distante.
Y estás como quejándote, mariposa en arrullo.
Y me oyes desde lejos, y mi voz no te alcanza:
déjame que me calle con el silencio tuyo.

Déjame que te hable también con tu silencio
claro como una lámpara, simple como un anillo.
Eres como la noche, callada y constelada.
Tu silencio es de estrella, tan lejano y sencillo
.

Me gustas cuando callas porque estás como ausente.
Distante y dolorosa como si hubieras muerto.
Una palabra entonces, una sonrisa bastan.
Y estoy alegre, alegre de que no sea cierto

PABLO NERUDA



“El ejercicio del silencio es tan importante como la práctica de la palabra”. Cada día parecen más absurdas las palabras acumuladas sin sentido. La verborrea parece ser un mal que se extiende por mimetismo. Si el que tengo al lado articula una especie de monólogo basado en tonterías y frases vacías de significado no me puedo quedar impasible. La necesidad de participar activamente en una conversación parece surgir aún cuando no se tiene ni idea de lo que se está hablando. Sería interesante extender la costumbre de simplemente escuchar e intentar absorber algo del que tienes ante ti.

¿Qué es para ti el silencio? Para mí, puede ser muchas cosas pero la más importante: es una muestra de sinceridad. Es una forma de mostrarte simplemente tú, sin necesidad de convenciones sociales. En medio de palabras vacías muchas veces hay silencios importantes, silencios que hablan a través de miradas. Las pausas, las miradas hacia abajo sin palabras, los suspiros… delatan las mentiras mejor dichas. ¿Alguien te ha contestado alguna vez con un silencio? Seguramente fue la manera más sincera de expresar lo que pensaba.
Creo que el silencio nunca es mudo, siempre dice algo. Ese momento, que para muchos puede resultar incómodo, siempre me ha parecido una prueba para una relación. Estás con alguien, hablas y hablas, y llega un instante en que los dos os quedáis sin decir nada. La prueba consiste en hacerse esta pregunta: ¿te sientes incómodo? ¿sientes la obligación de decir algo? Sólo con aquellas personas con las que tienes más proximidad, confianza y empatía podrás disfrutar del simple sonido del silencio sin sentirte culpable.

Me gustan los silencios especiales, esos que no son faltos de conversación sino muestra de un yo desprovisto de envolturas.
Extraño nuestros silencios

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